Abrir los ojos… encontrar, al otro lado del cristal
un mar de nubes que es extiende hasta el horizonte. Su textura suave y
esponjosa, como de algodón de azúcar, te hace sonreír. Puedes notar las
turbulencias y el suave bamboleo el avión pero te da igual. La suave luz de la
mañana cruza las ventanas y baña tu cara con su escaso calor. Y, simplemente,
cierras los ojos y duermes…
Muy bonito Elsa, me gusta mucho. Besos
ResponderEliminargracias ^^ me alegro de que te guste :D
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