Erase una vez, en un tiempo muy
muy lejano, un dinosaurio. Este dinosaurio se llamaba Pepe y era el pequeño dinosaurio
más feliz de toda la tierra. Vivía con un montón de dinosaurios, que eran sus
amigos, y jugaba con ellos en el parque, se tiraban por los toboganes y se
columpiaban en las hamacas. Por las noches dormían todos juntos después de
hacer gigantescas orgías homosexuales en las que todo el pueblo dinosaurio
gozaba dando y recibiendo amor. Cada mañana salía con sus compañeros a buscar
comida pero cada día que pasaba era más consciente de que las bayas prehistóricas,
los helechos y las hojas no saciaban su hambre. Creció tanto que dejó abajo a
todos sus amigos, para hablar con ellos tenía que tumbarse en el suelo, las
madres de sus amigos empezaron a tenerle miedo y le dijeron a sus hijos que no
se acercasen a él. Poco a poco se fue quedando sin amigos, los pocos que aun le
hablaban lo hacían a escondidas y en público ni le miraban. El joven, aunque no
pequeño, Pepe se encontraba fatal, estaba muy deprimido y se fue a una roca
apartada donde lloró en silencio hasta quedarse dormido con la boca abierta. Un
pequeño amigo volador le vio dese lo alto y se acercó a él, como no veía otro
sitio donde aterrizar se posó suavemente en su boca. Pepe sintió un cosquilleo
en la lengua y cerró la boca de golpe
desgarrando y triturando a su pequeño amigo. Pepe se asusto mucho al oír el
grito ahogado de su amigo per entonces el sabor de la sangre y las vísceras inundo
sus pupilas cual orgasmo culinario. “¿A ver si voy a ser carnívoro?” se preguntó
Pepe pero aun seguía apenado por su amigo así que se levantó y fue hacia el pueblo para
disculparse con su familia. llamó a la puerta y esperó, el padre salió y, al
ver allí a Pepe con la boca y el pecho llenos de sangre y un ala de su hijo
encajada entre sus dientes , se quedó pálido, ni siquiera tuvo fuerzas para
llamar a alguien. Pepe interpretó su silencio como que le escuchaba y se agacho
para disculparse, pero entonces el olor de la carne llegó a sus fosas nasales. Instintivamente
abrió su gran boca llena de afilados dientes y le arrancó la cabeza junto con
medio cuerpo, dejando en el suelo las patas inferiores que se mantuvieron un
momento estáticas y luego cayeron al suelo con gran estruendo. Le supo tan rico
a pepe el padre de su amigo que se termino la parte que había dejado, se comió también
a su madre, que acudió corriendo al oír el golpe, y fue corriendo de casa en
casa devorando a todo el que se encontrara y, entonces, volvió a ser el
dinosaurio más feliz de la tierra.
http://leniproduction.deviantart.com/art/Chibi-T-rex-217150037 |
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