Era
exasperante, nadie lo soportaba. Sentados educadamente en sus sitios, cada uno
de los alumnos imaginaba miles de acabar con aquello, algunos fantaseaban con
levantarse y salir del aula, otros se regocijaban imaginando todas las muertes,
posibles e imposibles, para el profesor. Veían en sus mentes la cabeza del
viejo volar por los aires tras ser separada limpiamente o su cuerpo sin vida
caer tras recibir un escopetazo en la cara. Incluso algunos soñaban despiertos
con alguna intervención extraterrestre que libraran a la humanidad de aquel
insoportable hombre. Pero al final, como siempre, nadie hacía nada, la clase
terminaba sin incidentes y, cuando el profesor salía por la puerta, todos
respiraban aliviados, aunque decepcionados por no poder llevar a cabo sus fantasías.
lo que puede llegar a degenerar una clase de física con este hombre es increíble...
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