miércoles, 8 de febrero de 2012

mi Yo real

Todo está oscuro. Hay sangre por todas partes. Siento la adrenalina corriendo por mi cuerpo. El peso del cuchillo en mi mano me hace sentir vivo, pero aun mas las sangre que gotea de él, en el suelo se amontonan trozos de carne, sobresalen brazos, piernas, cabezas, algún que otro torso abierto en canal, dejando al descubierto los órganos, bañados en sangra, brillantes. ¿Por qué había hecho aquello? Ni siquiera yo misma lo sabía, simplemente lo había hecho. No conocía a ninguna de esas personas, no habían hecho nada malo, o quizá sí, pero a mí me daba igual, solo estaban ahí, en el momento equivocado y en el lugar inadecuado, yo llegué y dejé que mi cuerpo se moviera solo, me relaje y el demonio que dormía en mi despertó. Pero no le estoy echando la culpa a otro, ese demonio soy yo, ese es mi estado natural, mi cara de niña buena es solo una tapadera. Ahora, al fin, me he liberado. Ya soy LIBRE

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