jueves, 28 de noviembre de 2013

La crisis de 1808 y la guerra de la independencia


Era la noche del 31 de diciembre de 1807 y se habían reunido en la plaza mayor de Madrid. Casi eran las 12 y  por todas partes se oían risas y gritos de jolgorio, los cuartos comenzaron y todo el mundo calló. Las campanadas comenzaron. Una… dos… tres… cuatro… cinco… seis… siete… ocho… nueve… diez… once… la doceava campanada se detuvo y su sonido quedó vibrando en el aire. Entonces el cielo se abrió y un haz de luz cayó sobre la plaza, justo en el centro, sobre la hoguera. Todo el mundo observaba boquiabierto la grieta del cielo, que se hacía cada vez mayor. Un fuerte estruendo, como de cristales rotos, sonó y el cielo se cuarteó. De pronto un extraño artefacto comenzó a bajar por la luz, era una especie de bola de algún material opaco y se posó suavemente en el medio de la hoguera. Las llamas lamian la superficie de la bola y entonces una compuerta se abrió y gritos de dolor inundaron el silencio. Una silueta humana había salido de la bola y se retorcía de dolor entre las llamas, seguida por otra sin mejor suerte. Cuando al fin consiguieron salir de la hoguera rodaron por el suelo hasta apagar las llamas que les quemaban y entonces se levantaron, ante la vista atónita de los presentes, aun doloridos.

Ellos eran… ¡Francisco Franco y Adolf Hitler conquistadores de tiempos! Pero el fuego les había dejado bastante perjudicados y estuvieron seis meses en el hospital. Cuando se recuperaron utilizaron sus poderes de convicción y su llegada inesperada para hacerse con el poder y destruir cuanto estaba bien en aquella época. Esto se conocería en las generaciones futuras como “La crisis de 1808”.

Pero un día el cielo se nubló en plena hora de la siesta cogiendo a todos por sorpresa y millones de naves extraterrestres llegaron para conquistar España, porque ya tenían muy visto EEUU. Hitler y Franco hicieron cuanto pudieron por detenerles, pero la tecnología de aquella época no era suficiente para ello así que a los alienígenas conquistaron todo cuanto había y se hicieron con el poder. Los nietos de los alienígenas que lucharon en aquella batalla le contarían a sus propios nietos como sus tatarabuelos habían luchado por su raza y llamarían a aquella batalla “La guerra de la Independencia” y se creó  un día universal llamado Independence Day (porque en inglés era más cool).

martes, 19 de noviembre de 2013

Fobias



Abrió los ojos. Le costó un momento asimilar lo que veía, el techo de su habitación, al igual que las paredes, estaba negro y se movía, como si se tratara de un gran organismo vivo. Sobre las mantas que le cubrían caían algunas de aquellas cosas negras que reptaban, peludas, amorfas, viscosas…

Ok no, en realidad eran arañas. Y, en realidad, solo había una, pequeñita, en una esquina… apenas se veía. Pero es lo que tiene la aracnofobia, como todas las fobias distorsiona la realidad.

martes, 12 de noviembre de 2013

Corcel Rocín Caballo



Y se alzó, sobre su brillante corcel de pelo en pecho, cantando a la luna canciones de destrucción, fuego y muerte… y el rocín alzo sus fuertes patas delanteras y maulló suavemente desencajando su gran mandíbula que cayó al suelo, brillando suavemente cual luciérnaga, pero al instante titiló y se apagó. Pero el monte seguía iluminado por la gran figura del caballo con la negra silueta del jinete sobre él, sacudiendo las manos sobre su cabeza y chillando, con voz de indio, gritos de guerra más bien poco amenazadores.

martes, 5 de noviembre de 2013