jueves, 14 de febrero de 2013

Especial San Valentin :D


Abrió la puerta en silencio y la cerró suavemente tras de sí. Su dorado cabello brillaba bajo la luz de las farolas, se escondió tras unos arbustos y se quitó el blanco pijama, dejando ver una camisa a rayas con el hombro descubierto y una falda negra inapropiadamente corta. Ocultó el pijama entre los arbustos y se escabulló en la noche.
Al otro lado del vecindario un apuesto joven se despedía fugazmente de su padre, sentado frente al televisor, que no le prestó demasiada atención, y salía también a la calle. Bajo la luna y el cielo cubierto de contaminación apenas se podían apreciar su silueta, con sus vaqueros y su camiseta azul mientras caminaba intentando no llamar la atención de la escasa gente aun despierta.
Ambos adolescentes caminaban hacia el mismo destino. Él llegó primero. El parque infantil no estaba iluminado y era un lugar perfecto para encuentros furtivos. Apenas se sentó en el columpio, ella llegó, mirando alrededor. Sus miradas se encontraron. Tras reconocerse mutuamente en apenas milésimas de segundo, sus caras se iluminaron y ambos sonrieron. Ella corrió a los brazos de él y él la alzó, abrazándola, y sus labios se encontraron y ambos seres se unieron en uno solo. Sus manos se fusionaron a la espalda del otro y las piernas de ella, que rodeaban la cintura de él, perdieron su forma fundiéndose y mezclándose con su cuerpo. Y sus caras se hundieron, la una en la otra, comiéndose mutuamente, cubriéndose el uno con la piel del otro. Y el ser resultante, algo que era él y era ella, pero a la vez ninguno de los dos, quedó allí, revolviéndose sobre sí mismo hasta que el sol salió. Y cuando los primeros niños, acompañados de madres y padres, acudieron al parque, los primeros gritos se alzaron en el cielo, alertando al vecindario. Y en las casas de donde habían salido los jóvenes se escucharon gritos de búsqueda y de desesperación, llamadas hacia los que una vez habían sido… pero ya nunca serian.  

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